¿Qué es juzgar a los demás?

Para comprender el pasaje de Mateo 7:1-6 vamos a transcribirlo:

1 No juzguéis, para que no seáis juzgados.
² Porque con el juicio con que juzgáis, seréis juzgados, y con la medida con que medís, os será medido.
³ ¿Y por qué miras la paja que está en el ojo de tu hermano, y no echas de ver la viga que está en tu propio ojo?
⁴ ¿O cómo dirás a tu hermano: Déjame sacar la paja de tu ojo, y he aquí la viga en el ojo tuyo?
⁵ ¡Hipócrita! saca primero la viga de tu propio ojo, y entonces verás bien para sacar la paja del ojo de tu hermano.
⁶ No deis lo santo a los perros, ni echéis vuestras perlas delante de los cerdos, no sea que las pisoteen, y se vuelvan y os despedacen. 

Como se puede ver, en el primer versículo hay un claro mandato: "No juzgar". Veamos lo que significa "juzgar":

Según la RAE juzgar es:

1. tr. Deliberar, quien tiene autoridad para ello, acerca de la culpabilidad de alguno, o de la razón que le asiste en un asunto, y sentenciar lo procedente:
   ejemplo: "lo juzgó el Tribunal Supremo."
2. Valorar, formar juicio u opinión sobre algo o alguien:
   ejemplo: "te había juzgado mal."
3. a juzgar por algo loc. Según se deduce de ello, ateniéndose a lo que resulta:
   ejemplo: "a juzgar por lo que ha dicho, creo que él no lo hizo."

Un diccionario bíblico muestra las definiciones de "Juez" y "Juicio":

Juez:

(heb. pelîlîm [del verbo pâlal, "juzgar", "decidir", "opinar"]; shôfêt
[participio activo del verbo shâfat, "juzgar"], "el que juzga"; gr. dikastes,
krites).

Funcionario público y civil encargado de dictaminar justicia. 

Juicio:

(heb. generalmente mishpât, "decisión", "derecho", "justicia".  "ordenanza";
gr. generalmente kríma, "sentencia judicial"; y krísis,"acto de juzgar",
"ejecución de una sentencia").

Término que se puede referir al proceso de juzgar (Dt. 1:17;  Is. 28:6; Mal.
3:5), a la decisión judicial (Dt. 16:18), a la sentencia (Ap. 17:1), a las
decisiones de Dios como las expresa su voluntad revelada (Sal. 19:9), a la
justicia en sí (ls. 1:17) o a la ejecución de una sentencia previamente
definida (Jer. 51:9; Ap. 19:2).  Véase Día del juicio.

Por las definiciones encontradas en un diccionario común, se podría pensar entonces que emitir una opinión de alguien está mal.

Analizando la palabra griega utilizada en este pasaje: krino, cuyo significado—de acuerdo al “Diccionario Expositivo de Palabras del Nuevo Testamento” (Expository Dictionary of New Testament Words) de W.E. Vine significa: "separar, seleccionar, elegir; por lo tanto, determinar, y así juzgar, pasar juicio".

Lo que Mateo 7:1-6 quiere decirnos es que no tenemos autoridad para levantarnos como jueces de los hermanos y acusarlos o condenarlos de algo en particular (v1). Pero esto no significa que no podamos formar una opinión sobre alguien. Dios nos da las señales para conocer a las personas según sus obras, y esto lo podemos ver en Mateo 7:15-20

"15 Guardaos de los falsos profetas, que vienen a vosotros con vestidos de ovejas, pero por dentro son lobos rapaces. 16 Por sus frutos los conoceréis. ¿Acaso se recogen uvas de los espinos, o higos de los abrojos? 17 Así, todo buen árbol da buenos frutos, pero el árbol malo da frutos malos. 18 No puede el buen árbol dar malos frutos, ni el árbol malo dar frutos buenos. 19 Todo árbol que no da buen fruto, es cortado y echado en el fuego 20 Así que, por sus frutos los conoceréis." (versión Reina Valera)

¿Opinar sobre alguien es igual que juzgarlo?

La exhortación de Pablo en 1 Tesalonicenses 5:21 dice:

“Examinadlo todo; retened lo bueno.” (RV).

Esto significa que podemos observar y por lo tanto emitir una opinión. Si lo hacemos desde un punto de vista espiritual, y no carnal y desde nuestro propia "justicia", esto sería discernimiento espiritual, que es dado por Dios y que funciona como nuestra “antena radar”. El discernimiento debe ser ejercido en toda nuestra vida para no ser engañados por el diablo.

Por ejemplo: En la biblia se menciona lobos vestidos de corderos, falsos maestros, y otros nombres del mismo estilo. El hecho de que asistan a la iglesia o prediquen, no implica que sean creyentes y nuevas criaturas en Jesucristo. Si el Espíritu Santo en nuestro interior nos llama la atención de alguna forma con respecto a alguien, debemos prestarle atención, y esto no quiere decir que estemos juzgando. Dios conoce los corazones y Él muestra a sus hijos ciertas cosas que harán que formemos una opinión sobre otra persona o situación.

Otro ejemplo: Si vamos a opinar sobre la forma de ser de alguien, la personalidad o la forma de enseñar, debe ser hecho usando la Palabra de Dios como base y no nuestras ideas carnales. En este caso es Dios quien al fin de cuentas está juzgado, según su Palabra.

Se debe actuar de la misma manera si se tuviera que señalar el error doctrinal de un predicador, siempre se debe hacerlo con la biblia abierta.

¿Cuándo juzgar?

En la biblia se menciona un caso en el que se juzgó a alguien, en 1ª de Corintios 5.

Pero es necesario observar que la persona de la que hablaban claramente no era un hijo de Dios, pues su manera de vivir no lo demostraba.

⁹ Os he escrito por carta que no os juntéis con los fornicarios. ¹⁰ No me refiero en general a todos los fornicarios de este mundo, ni a todos los avaros, ladrones, o idólatras, pues en tal caso os sería necesario salir del mundo. ¹¹ Más bien os escribí para que no os juntéis con ninguno que, llamándose hermano, sea fornicario, avaro, idólatra, maldiciente, borracho o ladrón; con el tal ni aun comáis, ¹² porque ¿qué razón tendría yo para juzgar a los que están fuera? ¿No juzgáis vosotros a los que están dentro? ¹³ A los que están fuera, Dios los juzgará. Quitad, pues, a ese perverso de entre vosotros.

¿Cuándo señalar a alguien?¿Señalar es igual que juzgar?

Pablo en los versículos 6, 14, y 15  de 1ª Tesalonicenses exhorta el juicio apropiado:

"6 Pero os ordenamos, hermanos, en el nombre de nuestro Señor Jesucristo, que os apartéis de todo hermano que ande desordenadamente, y no según la enseñanza que recibisteis de nosotros.

14 Si alguno no obedece a lo que decimos por medio de esta carta, a ése señaladlo, y no os juntéis con él, para que se avergüence. 15 Mas no lo tengáis por enemigo, sino amonestadle como a hermano.”
(versión Reina Valera)

Este pasaje se refiere a quienes sí son hijos de Dios, pero que no están caminando conforme a la voluntad de nuestro Padre. En este caso señalarlo no es juzgarlo. Como se puede leer, señalarlo debe ser en amor: "No lo tengan por enemigo, sino corregirlo como hermano". Proceder de esta forma, corrigiendo en amor, pero demostrando que no se aprueba lo que hace, hará que el hermano recapacite y cambie su rumbo.

¿Por qué no juzgar?

Las razones que encontramos en nuestro pasaje principal de Mateo 7:1-6 para no juzgar, son: según la segunda parte del versículo 1, que si no juzgamos, los demás no tienen autoridad para juzgarnos, y el versículo 2 nos dice que de la misma forma en que juzguemos, seremos juzgados tarde o temprano.

En los versículos 3 al 5 podemos encontrar las siguientes enseñanzas: 

• Corregir nuestras vidas antes de pretender corregir la de los demás.
• Ordenar nuestras vidas antes de querer ordenar la de los demás.
• Si nuestras vidas están en orden, podremos actuar con criterios claros respecto a nuestros hermanos.

Leer el útimo versículo de este pasaje (el versículo 6), me procude la intriga de por qué dice eso el autor en este contexto.

Como no quiero hacer extenso este texto lo corto aquí como para dejar la respuesta a la pregunta del título, pero si sentís curiosidad sobre esto como yo, te invito a leer esta entrada:
 

¿Perlas a los cerdos?

Tu opinión o comentario es importante.

Espero que haya sido útil y de bendición.

 

 Sólo hay un dador de la ley y juez, que es poderoso para salvar y para destruir; pero tú, ¿quién eres que juzgas a tu prójimo? (Santiago 4:12) La Biblia de las Américas (© 1997 Lockman)