¿Qué música escuchar? Cuidando el Templo del Espíritu Santo

Escuchar música no es sólo una acción cualquiera, como muchas que realizamos en nuestra vida cotidiana.
Al menos no es una acción que al realizarla no afecte nuestro interior.

Parece un trabalenguas, lo expresemos en positivo:
Escuchar música es una acción que afecta tu interior. Esto será para bien o para mal, dependiendo de lo que escuches.

Como sabemos el ser humano está compuesto por tres partes: cuerpo, alma y espíritu. Al mismo tiempo, los que somos hijos de Dios tenemos en nosotros el E.S.
Nuestro espíritu se unió con el E.S. cuando vino a morar en nosotros, por lo que nuestra parte física pasó a ser su habitación.
1 Corintios 6:19 
¿O ignoráis que vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo, que está en vosotros, el cual tenéis de Dios, y que no sois vuestros?
El contexto de este pasaje habla sobre la fornicación, lo podemos ver explícitamente en el versículo 13,15 y 16. Pero este versículo es tan aplicable a cualquier aspecto de la vida del creyente que sin duda podemos usarlo en este mensaje también.

Introducción
Cuando hablamos de música no decimos "oír música", sino que decimos "escuchar música". Ahora, veamos la diferencia entre una acción y otra. La siguiente tabla la conseguí en una página sobre "Comunicación".


OIRESCUCHAR
Percibir palabras y sonidos, distinguir sonidosPercibir y comprender las palabras
Notar el tono de voz, la inflexión, el volumen
Percibir el estado de ánimo del que habla
Mantener la mente clara de distracciones
Percibir las señales no verbales, como el lenguaje corporal, expresiones faciales, la distancia entre las personas
Aplicar la cognición (Percibir, poner atención, razonar y recordar mensajes)
”Oigo””Entiendo”


Escuchar implica más acciones que oír. Y eso es lo que hacemos, en mayor o menor medida, cuando ponemos a sonar una canción o melodía que nos gusta.
Como le dije a muchos de mis amigos músicos: la música tiene un poder increíble en el ser humano, mucho más de lo que imaginamos. Incluso si le sacan la letra, es decir, la voz, la música impacta e influye tremendamente en el alma. Te produce sentimientos, evoca recuerdos, te comunica sensaciones y te produce estados de ánimos que quizás no logres encontrar en otras cosas.
Un ejemplo de esto lo encontramos en 1 de Samuel 16 cuando el rey Saúl estaba atormentado, David tocaba para él y obtenía alivio, se calmaba.
La música no sólo toca tu alma, también toca tu espíritu.  Como todo lo que llega a vos, y a tu mente: sean imágenes, sonidos, lecturas, conversaciones... todo afecta nuestro espíritu en cierta manera. ¿Cómo? pues si nos conducimos como cristianos carnales, seremos hombres carnales, y ser un hombre carnal significa tener un espíritu débil.

Cuidado de nuestros oídos
La música no sólo tiene repercusión en nuestra alma y espíritu, sino también en nuestra parte física, en nuestro cuerpo. Escuché un estudio hace unos años atrás llamado "El Lenguaje de la Música" realizado por el Dr. Frank Garlock (Profesor en teoría musical), que decía que estaba comprobado científicamente que al escuchar y consumir a diario cierto tipo de música con un ritmo particular, actúa sobre el ritmo cardíaco normal y natural otro ritmo de carácter opuesto produciendo en la persona síntomas de cansancio muscular y desgano.
¿Es eso cierto? en vez de preguntarnos eso, sólo es necesario levantar la mirada, observar a muchos jóvenes (y muchos adultos también) y preguntarnos:
¿Por qué se mueven por la vida como si no tuvieran ganas de vivir? Como si no tuvieran energías. Deprimidos, sin ganas de hablar. Irascibles en muchos casos, con tendencias agresivas, y hasta suicidas.
¿Es por estar acorde a una moda a la cual también le agregan ropas negras, cabellos largos, tatuajes de cuerpo completo, aros y piercing? ¿o por la música que consumen casi todo el día?
Muchos pensarán que estoy hablando bajo prejuicios. Pues no son prejuicios, estoy hablando con fundamentos, pues conocí personas con estas características que estoy describiendo y el factor común entre ellos es: la música que escuchan.
¿No podría ser que el mensaje que reciben en letras de canciones los lleva a eso?
Quizás sí, pero, como dije anteriormente, aún quitando la voz de las canciones, la música influye. Les voy a dar una prueba de esto:
Conozco a dos jóvenes, ambos cristianos. Distintas familias, crianzas diferentes, entornos de vida muy distintos. Se comportan parecidos con respecto a las demás personas que los rodean. Hablan de la misma manera. Sus gestos y maneras de expresarse son similares, hasta casi idénticas. Escuchan la misma música, o mismo estilo de música. Pero, ¿saben qué? Uno la escucha en castellano y otro en inglés, y estoy seguro que el segundo no conoce el significado de las letras en inglés. Esto confirma lo que puede hacer la música en las personas. Lamentablemente uno de ellos se alejó de los caminos del Señor.

Cuidado de nuestras mentes
Mucho más cuidado debemos tener con el contenido de las letras de las canciones. Muchos escuchan y cantan canciones en inglés, sin conocer las letras traducidas y que si las conocieran sabrían que son horrendas para un cristiano, pues muchas expresan sentimientos, acciones y filosofías que van en contra de la voluntad de Dios.
Dios en su Palabra nos hace saber que quiere que cuando le cantemos y alabemos, lo hagamos sabiendo lo que estamos diciendo y conscientes de las palabras que salen de nuestra boca.
Salmos 47:7
Porque Dios es el Rey de toda la tierra; Cantad con inteligencia.  
1 Corintios 14:15
¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento.
De la misma forma pienso que no podemos cantar (o simplemente hablar) algo de lo que no conocemos su significado. Hubo una canción en el año 2002 que fue un "boom" y que todos cantaban. Hasta resultaba un desafío poder cantar el estribillo de esta famosa canción que aparentaba estar escrito en otro idioma. Todos la cantaban y la querían aprender, sin saber que la letra era un mensaje oculto que hacía referencia a la droga, la masturbación, rito satánico, el infierno, Lucifer, y a dejar a Dios.
Algunos deben pensar que esto no era así y que todo esto era un invento. De algo estoy seguro: todo en este mundo, todo lo inventado o creado por la humanidad, todo lo fabricado perjudica en algo al hombre y a la creación de Dios. De una u otra manera, en mucho o en lo más mínimo, el hombre y la naturaleza se ven afectados en algo. Así que no me extraña que muchos grupos, bandas y artistas escriban canciones con contenidos satánicos en sus letras, pues el mundo está bajo el dominio del maligno.

La semana pasada estaba yo en un tiempo de ocio frente a la computadora y veo que alguien compartió una canción en una red social. La curiosidad me llevó a escuchar el tema. Era un tema latino, que tenía un buen ritmo, automáticamente empecé a mover el pie marcando el tempo.
A muchos no se les entiende cuando hablan, imaginen cuando cantan, así que busqué la letra de la canción y encontré en sus versos un término que no conocía. Busqué el significado de la palabra. Me di la sorpresa que era un término usado por los centroamericanos para referirse vulgarmente y de forma obscena a las relaciones sexuales. A simple vista la letra no tenía nada referido a eso, pero la idea estaba ahí, el contenido era ese, un sólo verso arruinaba toda la canción.
Cuando mi novia y yo estamos en un festejo de casamiento o cumpleaños y comienza a sonar una canción cuya letra no agrada a Dios, nosotros nos detenemos y dejamos de bailar hasta que esa canción termina. Luego seguimos. Si bailáramos esa canción, en la que se denota contenido sexual, o en la que se denigra a la mujer, llevándola a tal punto de convertirla en objeto, o aquella canción en la que oímos malas palabras e insultos, estaríamos haciéndonos partícipes de tal pecado. Hoy en día, lamentablemente, de 10 canciones sólo podríamos bailar 2.

Así que por favor les pido: ¡Cuidado con la música que llevamos al templo del E.S.!

El Apóstol Pablo escribió en una de sus cartas, varios consejos para sus hermanos:
1 Tesalonicenses 5:21

Examinadlo todo; retened lo bueno. 
1 Corintios 6:12
todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna.  

Padres, por favor controlen la música que escuchan sus hijos. Investiguen las letras. Es una de las cosas que yo voy a hacer cuando tenga hijos.
Tuve un buen ejemplo en mi casa con respecto a lo que se refiere a control parental, y les cuento un ejemplo de mi vida:

Cuidado de nuestros ojos
Mi madre se acercaba a mi hermano y a mí cuando mirábamos televisión y nos preguntaba qué estábamos mirando. Con mi hermano veíamos la serie Dragon Ball Z. Yo tenía 10 u 11 años y mi hermano un par menos. Cuando ella nos preguntaba qué era eso, tratábamos de explicarle de qué trataba. A ella no le gustaba, por alguna razón que no sabíamos cuál era y creo que ella tampoco lo sabía. Ella decía que era por los pelos parados de Goku. Ese era su argumento. Tiempo después ella escuchó que esta serie estaba basada en principios satánicos y que tenía todo un trasfondo oculto. Después de haber aprendido esto, vino 'la decisión': Con mi hermano debimos deshacernos de todo lo que teníamos de esta serie: posters, muñecos, dibujos, un poster que yo mismo hice y encuadré, figuritas en cantidad (muchísima plata tirada en eso). Al momento de tirar todo eso creo que fue duro, pero días después estábamos bien, como si nada hubiera pasado, porque sabíamos que eso era lo correcto.


Este mensaje fundamentalmente se basa en cuidar el templo del E.S. o en otras  palabras cuidarnos como hijos de Dios y también cuidar nuestra santidad. Lo enfoqué desde el tema de la música que consumimos, porque es un elemento que puede entrar en las iglesias y en nuestras vidas de una manera tan sutil que ni nos damos cuenta, de que estamos escuchando algo que no honra a Dios, y por ende, afectar nuestra santidad. ¡Pero atención! nuestra santidad y el templo del E.S puede ser dañada por muchos otros aspectos también: fornicación, adulterio, mutilaciones al cuerpo, mala alimentación, y otras más.
Recuerden que somos soldados de Cristo, y vivimos una lucha espiritual constante. Estamos en medio del territorio enemigo, este mundo. Los dardos y bombardeos de este siglo nos rodean.
Efesios 6:12
Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. 
Por eso, otra vez les pido:
Padres, controlen a sus hijos en lo que ven y miran, en lo que escuchan, su interacción en las redes sociales, con quiénes chatean, con quiénes juegan.
Efesios 6:4 (Versión Dios habla hoy)
(...) edúquenlos con la disciplina y la instrucción que quiere el Señor.
Jóvenes, cuidemos nuestros ojos, nuestros oídos, nuestras mentes, porque todo influye espiritualmente y todo repercute en nuestro cuerpo también.
Eclesiastés 11:9 (versión Dios habla hoy)
Diviértete, joven, ahora que estás lleno de vida; disfruta de lo bueno ahora que puedes. Déjate llevar por los impulsos de tu corazón y por todo lo que ves, pero recuerda que de todo ello Dios te pedirá cuentas.
Salmos 119:9
¿Con qué limpiará el joven su camino? Con guardar tu palabra.
Josué 1:8
Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien.
Debemos cuidar el Templo del Espíritu Santo. Debemos cuidarnos a nosotros mismos
1 Pedro 1:16
porque escrito está: Sed santos, porque Yo soy santo.
Hebreos 12:14
Seguid la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor.
1ª Pedro 2:9, 10
Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, (...)
Consejos finales para cuidado del templo del E.S.
Cuidemos nuestros oídos: No escuchemos canciones con letras que no glorifiquen a Dios, ni muchos menos que lo ofendan. No escuchemos música que nos despierten sentimientos que no están conforme a la voluntad de nuestro Padre. No escuchemos chistes morbosos (chistes verdes).
Cuidemos nuestros ojos: No miremos películas que contengan escenas de sexo explícito, o películas de terror, de las que son del tipo sangrientas y morbosas, porque abren puertas al accionar de diablo, y quienes las crean están sujetos a la esclavitud de muerte. Tampoco revistas con imágenes pornográficas, o sugerentes (la mente vuela).
Cuidemos nuestras mentes: el primer blanco de Satanás y donde se inicia la batalla en el cristiano. Si logramos sellar los puntos de acceso de los ojos y oídos a ciertas cosas, ya es un gran avance en cuanto a esta área.
Santiago 1:14
sino que cada uno es tentado, cuando de su propia concupiscencia es atraído y seducido.
Filipenses 4:8
Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad. 
Reiterando el pedido de Pablo a los hermanos, o mejor dicho el mandato de nuestro Dios, porque es Su Palabra: 
1 Tesalonicenses 5:21-23  
Examinadlo todo; retened lo bueno. 
Absteneos de toda especie de mal. 
Y el mismo Dios de paz os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.



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