Taller de músicos_parte 5 - Perfil de un músico/adorador

El título de esta parte menciona dos funciones: músicos y adorador.
Claro que no es lo mismo.

Todos tenemos que ser adoradores, pero no todos debemos ser músicos.

Comencemos por hablar de los músicos.
¿Cómo debe ser músico que sirve a Dios en el ministerio de AyA?
(Las siguientes características también las debe poseer un adorador)

Humilde

Este es muy importante y un tema muy cuestionado en los músicos, porque generalmente - no digo todos - los músicos tienen un ego un poquito más alimentados que los demás hermanos que sirven en la congregación. Esto puede ser debido a que muchas veces los hermanos se acercan y dicen "que bien tocas/cantas" o "qué lindo que salió hoy".
Estos gestos de buena intención de los hermanos no están mal, pero estarían incompletos si les falta la frase:
"Gloria a Dios por tu servicio/talento/tarea". Si esta afirmación faltara, que surja de nosotros hacerla.
Siempre reconocer que la Gloria es para el Señor.
Filipenses 2:3
Nada hagáis por contienda o por vanagloria; antes bien con humildad, estimando cada uno a los demás como superiores a él mismo;
Si tocamos bien, es porque Dios nos dió ese don. No lo conseguimos nosotros solos.

“Puede ser peligroso si te la crees, para mí es muy claro (lo que es) mi misión, mi propósito, mi mensaje. No nos gana la fama o los viajes, lo hacemos porque fuimos creados para hacer esto” (J.A.R.)

Capacitado

Es importante que que nos capacitemos, en lo posible, constantemente para desarrollar nuestro don.
Primero que nada salgamos de una duda planteada muchas veces:
Un don de Dios es algo que Dios da por gracia. Entonces... si yo estudié piano ¿no tengo el don de la música?
Una vez alguien me dijo: "vos no tenés el don porque estudiaste" y quizás tiene razón. 
Marcos Witt dice en su libro Adoremos que si con nuestra música tocamos el corazón de las personas, es un don.
Y esto es  real, por que por más que estudies 10 años música, si no transmitís nada con lo que hacés, si no llegás a las personas, y en este caso, si no sos de bendición para los hermanos con la música, esa capacidad adquirida con el estudio no genera nada.
Por otra parte, puede suceder lo contrario, hay muchos casos en los que hermanos nacen con un talento nato, como una voz privilegiada. Lo bueno y lo mejor que podemos hacer es estudiar y capacitarnos para mejorar nuestro talento y ponerlo al servicio de Dios.
No olvidemos que un don es para edificación de la Iglesia, por lo tanto ser de bendición para otros es edificarlos.
Tenemos el don de la música si logramos edificar aunque sea a un hermano (un sólo hermano ya es Iglesia).
Capacitarse, estudiar, mejorar, perfeccionar; todo esto es buscar la excelencia (algo o alguien de superior calidad o bondad que merece aprecio o estima).

Ahora veamos características de un adorador

Adorar es un estilo de vida. Es una frase trillada y muy escuchada pero es algo cierto. Un estilo de vida, de obediencia constante a Dios es adorarle con las acciones, palabras y pensamientos, porque se cumple Su Palabra y Su Voluntad.
La Biblia dice que Dios busca personas que lo adoren en espíritu y en verdad.
Adorar en espíritu no se relaciona a la postura física [1]. Requiere una mente cuyo eje central sea Dios y renovada por la verdad. 
Romanos 12:2 
Así que, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios, que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Adorar en verdad se refiere a la adoración hecha en respuesta a la Palabra de Dios, que es la verdad [1].
Juan 17:17 
Santifícalos en tu verdad, tu palabra es verdad.
Si logramos conocer a Dios por medio de Su Palabra, lograremos esta adoración en verdad, pues en ella Él se rebela y se nos muestra Su amor, lo que nos llevará a la adoración, alabanza de Su ser, y a amarlo con todas nuestro ser.
Mateo 22:37-38 
“Jesús les dijo:  ‘Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente’.  Este es el primero y grande mandamiento”

Fuentes utilizadas:
[1]  Pregunta sobre adoración - enlace

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